Ha decidido huir del rostro de su dueño. Ha decidido que quiere bailar. Habrá de buscar la manera de sobrevivir y camuflarse en una gran ciudad.
A partir del cuento de Gogol La Nariz se desprende esta versión, instalada en el cuerpo. Es el movimiento la palabra, y la danza quien revelerá la historia.
Una obra de danza para niños, anclada en el juego y en la exaltación de la imaginación. El poder surrealista que nos gana tiempo en la modernidad. Todo es posible de ver en nuestro mundo, incluso alguien que ha perdido su nariz.
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