La Maldita Vanidad abre sus puertas por primera vez al stand-up comedy, del 21 de junio al 8 de julio en el Primer Festival de Stand-up Comedy de la Maldita Vanidad, donde el público podrá disfrutar de tres nuevos exponentes de la nueva generación de comediantes colombianos. Voces frescas y diferentes, que los sacarán de la comodidad del humor costumbrista y folclórico al que está acostumbrado, para enfrentarlo a las verdades más crudas y las reflexiones más estúpidas, para hacerlo reír y desconcertarse, verse reflejado y criticarse.
Con escasos veinte años de historia, el Stand-Up Comedy colombiano hasta ahora está empezando a salir de su adolescencia y a dar los primeros pasos en la adultez. Aunque el público solo reconoce a unos pocos comediantes, existe todo un movimiento que se bate todas las noches en diversos escenarios en las principales ciudades del país. Es por esto, que en esta oportunidad llegan al escenario de La Maldita Vanidad Rafa López, Checho Leguizamón y Pamela Ospina.
Rafa de dos patas
Una sobredosis de ideas censurables sobre las relaciones de pareja, los enanos, los bizcos, los mancos, la vida sexual de los papás y hasta la biblia. Este show busca hacer que el público se cuestione y asuma de manera más crítica lo políticamente correcto, el amor, las relaciones, la religión, la homosexualidad y las enfermedades del colon. Un show solo para adultos y viejitos chéveres, que exige del público que dejen sus prejuicios en casa.
Con ínfulas de estrellita
Su look de Jimmy Salcedo post-apocalíptico, su camisa de satín rojo y su corbatín de pepitas lo hacen ver como el resultado del amor prohibido entre Jig Saw y Hello Kitty. Chistes de átomos, moléculas y protones brotan de su boca barbuda. Sí, es el man de Carulla. Sin embargo, su pasado oscuro ha quedado atrás, y ahora aparece con su inconfundible voz chillona, su cuerpo a veces encorvado y su particular sentido del humor, que raya entre lo absurdo, lo estúpido, a veces surreal y a veces muy convencional.
Cruda
Un show que va a lo más básico y mezquino del ser humano, un show que no pide permiso a la hora de expresar situaciones cotidianas con sarcasmo, auto reflexión, crudeza y rebeldía. CRUDA es como la palabra lo indica: sin cocinar, sin refinar, algo que puede ser difícil de tragarse entero, pero también algo que nos confronta, como «la cruda verdad». También es un guiño a la acepción mexicana del término que hace referencia a la resaca, un momento tan deplorable, sincero y vulnerable de cualquier ser humano arrepentido. Un micrófono, una mente maquiavélica y una voz gruesa son las herramientas que sobre el escenario hacen que CRUDA sea una explosión de carcajadas.
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