Amador es un crítico de teatro que regresa a casa después asistir por enésima vez a una mala representación teatral. Ya lo ha decidido, nunca más va a volver al teatro y nunca más va a volver a hacer críticas y reseñas de obras. No más Ibsen, no más Brecht o Shakespeare. Prefiere tener un cáncer, o morir, antes de volver a ver una representación más. El teatro para él ya no tiene ninguna conexión con la realidad.
El verdadero drama está en todas partes menos en el escenario. En un largo monólogo Amador descarga toda su indignación y hartazgo sobre el teatro contemporáneo: un teatro de imitación que nada tiene que ver con la “vida real”.
Amador continúa con su cantaleta monótona, mientras tanto, el drama de su mujer y su hijo toman lugar justo ante sus ojos sin el siquiera percibirlo.
COMMENTS