Rudolph, el pequeño reno

Érase una vez un reno llamado Rudolph que, por haber nacido con una curiosa y peculiar nariz roja, grande y brillante, caminaba solitario por el mundo. Los demás renos se burlaban de Rudolph todo el tiempo. Rudolph se sentía muy avergonzado y cada día se alejaba más de la gente. Su familia sentía mucha pena por él.

Las bromas sobre la nariz de Rudolph eran tan molestas y constantes que Rudolph acabó apartándose de todos. Vivia triste, encerrado en su casa, sumamente deprimido, hasta que un día decidió abandonar el pueblo y empezó a caminar sin rumbo durante días.

Se acercaba la Navidad y Rudolph seguía solo por su camino. Pero una noche, en víspera navideña, en que las estrellas brillaban más que en otros días en el cielo, Papá Noel preparaba su trineo, como todos los años. Contaba y alineaba los renos que tiran de su trineo para llevar regalos a todos los niños del mundo. Santa Claus ya tenía todo preparado cuando de repente una enorme y espesa niebla cubrió toda la tierra.

Desorientado y asustado, Papá Noel se preguntaba cómo lograrían volar el trineo si no conseguían ver nada. ¿Cómo encontrarían las chimeneas?, ¿Dónde dejarían los regalos? A lo lejos, Santa Claus vio una luz roja y brillante y empezó a seguirla con su trineo y renos. No conseguía saber de qué se trataba, pero a medida que se acercaban, se llevarian una enorme sorpresa. ¡Era el reno Rudolph! Sorprendido y feliz, Papá Noel pidió a Rudolph que tirara él también de su trineo. El reno no podía creérselo. Lo aceptó enseguida y con su nariz iluminaba y guiaba a Santa por todas las casas con niños del mundo.

Y fue así como Papá Noel consiguió entregar todos los regalos en la noche de Navidad, gracias al esfuerzo y la colaboración del reno Rudolph. Sin su nariz roja, los niños estarían sin regalos hasta hoy. Rudolph se convirtió en el reno más querido y más admirado por todos. ¡Un verdadero héroe!. Un bello musical para disfrutar en familia.

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