Dice el viejo adagio popular, la envidia es mejor despertarla que sentirla. Pero quien no ha sentido “esa picazón” en todo el cuerpo cuando alguien tiene algo que deseamos, si no es así que tire la primera piedra. Ricardo Quevedo explora esos sentimientos de forma tan divertida, que definitivamente, el público del Astor Plaza se sonrojará al recordar esos momentos envidiosos.
Vivimos a la defensiva y eso nos vuelve poco solidarios, en este show Ricardo Quevedo usa su característico y malhumorado humor como un arma de construcción masiva, para reírnos de nuestros errores y aceptar nuestra condición de envidiosos, el primer paso para dejar de sentir envidia es aceptarla. Por eso el nombre del show ¡Qué viva la envidia! Porque la vida
está llena de cosas bonitas que le pasan a los demás.
En secreto deseamos las cosas ajenas, ya sea la mujer del prójimo, el sueldo del vecino, la casa del jefe, los viajes de los amigos, el éxito de los compañeros, etc. Este sentimiento que nos lleva a usar esa famosa frase de “me alegra mucho por ti” aunque por dentro nos estamos muriendo de envidia.
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Mi novia le gusta el hombre y tengo la cochina envidia por q el cejón este,también me hace reír.
Deseo ir por que al reir despierto todos mis sentidos me hace lograr ideas nuevas, saco lo mejor de ustedes porque uds alegran corazones y reparan almas,como cuando en esos vacios en las que se encuentran estas mujeres que podemos alegrar cuando caminan con el cancer de mama, les reparamos el alma,sus vidas y lea alegramos su existencia. Att: Andres Emprende.